Como en los diálogos de Platón, el padre Rupnik utiliza en este libro el género literario de la conversación y nos introduce en una ficción literaria que resulta ser, finalmente, muy real, porque habla de nuestra propia vida. En la conversación del venerable Boguljub con los dos jóvenes que se van a casar están tantas parejas de hoy día que buscan vivir auténticamente su vocación al amor; en la carta que el Venerable escribe a una religiosa fervorosa pero algo desencantada, está la vida y la vocación religiosa; en la conversación con el obispo hastiado por un vida sin contenido de fe, está el desaliento de tantas personas buenas pero que no han asentado su vida sobre una experiencia profunda de Cristo. En todas estas situaciones, el padre Rupnik hace emerger de modo magistral al sujeto que se confronta con la gran pregunta de su vocación, del discernimiento y de la verificación de un camino.