Este es un libro para mirar y recordar y, muy en último término, paraleer. El texto pretende sólo servir de guía a la mirada, para atraparen cada estampa lo mucho que contiene.Carmen Ruiz Tilve, autora de este libro efectúa esta afirmación en suintroducción. Y, en efecto, las muchas fotos que incluye la obra, lamayor parte pertenecientes al archivo constituido por el legado de supadre, Francisco Ruiz Tilve, nos permiten recorrer esta guía paranostálgicos, como reza el subtítulo. La autora lo advierte desde elprincipio: «Quienes no hayan conocido el Fontán o aquellos que noechen de menos su ambiente tradicional y centenario, su luz cambiante, iluminadas las casas y la fruta por el sol dorado que logradesprenderse de la niebla, no deben seguir».Sin embargo, seguiremos y recorreremos con ella esta plaza del Oviedode siempre, este mercado, este lugar de encuentro. Y reconoceremos que aquellos tiempos recogidos por Francisco Ruiz Tilve ya nuncavolverán, pero, a la vez, reconoceremos que todo continúa siendo lomismo.