Se recoge en estas páginas el texto de una conferencia sobre la lectura en la Corona de Castilla durante el siglo XV impartida por Elisa Ruiz García con motivo del Día del libro. A partir de unos cuantos textos espigados en documentos castellanos del Cuatrocientos y del Quinientos, se reconstruye el canon de lecturas de la nobleza castellana de la época. La relación de obras que se aconsejaba leer era diferente en función del sexo de los potenciales lectores. Tanto a los hombres como a las mujeres se proponía la lectura de obras religiosas, pero los textos bíblicos estaban destinados a los hombres, al igual que los escritos consagrados a potenciar las cualidades propias del ethos nobiliario, mientras que a las mujeres se aconsejaba sobre todo la lectura de los Libros de Horas. La literatura de corte humanístico apenas formaba parte del canon y los autores clásicos solo en tanto que representantes de una filosofía moral.