En los albores del primer milenio del calendarios cristiano, Melisendis, la primogénita y heredera del reino de Jerusalén, vive atormentada entre sus dos grandes pasiones: el amor y el poder de controlar y dominar a los hombres en un mundo donde las mujeres son meras comparsas. Veinticinco años han pasado ya desde las sangrientas cruzadas que asolaron Tierra Santa. Los nobles francos y sus aliados viven aislados en un mundo hostil y permanentemente hostigados por sus vecinos. Melisendis, hija de una princesa armenia y de un noble franco, es valiente, decidida, muy bellay posee la mayor de las cualidades del gobernante: la capacidad y la voluntad de pactar. Sin embargo, no cuenta con que el reino le exigirá el mayor de los sacrificios: renunciar al amor de su vida, sir Balian, para depositar por conveniencia a un maduro viudo recién llegado a Tierra Santa desde su condado de Anjou.