Carl Schmitt se ha vuelto familiar en los medios de comunicación, quehan convertido la ya famosa distinción "amigo/enemigo" en un lugarcomún de triviales análisis políticos. Así ensombrecida, su obra, sinembargo, no ha dejado de crecer en influencia, y es un instrumentocada vez más útil para comprender las variadas y contradictoriasdimensiones de lo político. Contra esos lugares comunes que hacen deSchmitt o bien el ideólogo del nazismo, o bien la referenciaintelectual de los abundantes populismos que, a izquierda y derecha,se refugian detrás de sus teorías o son condenados por supuestamenteabrevar en ellas, Rosler construye una interpretación original deenorme consistencia. En forma de un comentario a "El concepto de lopolítico", obra cumbre de Schmitt, pero sin limitarse a ella, semuestra aquí de qué modo el autor alemán, como buen hobbesiano,reivindica la soberanía estatal frente a los interesescorporativos(comunistas, fascistas o capitalistas) sin dejar de expresar suadmiración por "los grandes liberales clásicos". Apoyado en unabibliografía amplia y diversa, Rosler deconstruye metódica