Este libro recoge la biografía de María Emilia Riquelme (Granada 1847) que sintió desde muy joven la llamada de Dios. Inspirada por el ejemplo de santa Ángela de la Cruz, funda en Granada su primera casa de religiosas, las futuras Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, centradas en la adoración del Santísimo y la ayuda a los necesitados. Le siguen fundaciones en Barcelona y Madrid y la aprobación del papa en 1912. María Emilia, trabajadora y viajera incansable, sigue siendo un ejemplo de constancia y de confianza absoluta en Dios: "En Dios todo lo encuentro, sin El nada quiero. El me satisface plenamente".