La persona en relación y sus problemas es fruto de más de treinta años de experiencia en la clínica de orientación psicoanalítica y en la meditación epistemológica desde el marco relacional. Pretende ofrecer, en ese sentido, una psicopatología psicoanalítica que aspire al mismo tiempo a ser relacional. Después de Freud, el punto histórico de referencia hay que situarlo, sin duda, en los años cuarenta, con la teoría de las relaciones objetales como primer paso hacia una epistemología intersubjetiva y externalista; de una concepción de la mente constituida por impulsos y defensas a una mente de configuraciones relacionales, que perfilaron autores como Sullivan, Fairbairn y Winnicott, entre otros. Los desarrollos actuales del psicoanálisis relacional se muestran, no obstante, ajenos, cuando no contrarios, a la clasificación y la técnica, en sus formas clásicas, por lo que una psicopatología psicoanalítica relacional puede parecer una contradicción en término. La paradoja se resuelve partiendo del supuesto de que el sufrimiento se expresa no al modo de cuadros fijos, sino a través de los estilos relacionales que constituyen la personalidad, en conexión dialéctica con los otros miembros de la constelación relacional, cada uno con sus estilos propios, y también en la relación con el terapeuta. Dice Joan Coderch en su prólogo: Uno de los mayores méritos de la obra que estoy comentando es el de que nos obliga a pensar y a plantearnos cuestiones que muchos de los analistas relacionales, si no la mayoría, dábamos por resueltas. Esto lo hemos visto desde el principio, con el mismo título que marca el contenido del libro, y sigue, entre otros asuntos, con algo que, realmente, nos interesa a todos, el tema de la técnica.