La reflexión sobre la incidencia que las denominadas tic, entre las que se incluyen Internet y la Web, tienen y tendrán sobre el patrimonio cultural y los bienes histórico-artísticos no es nueva. Tampoco lo es la reflexión sobre el modo en que esta realidad tecnológica está transformando los estudios histórico-artísticos: los nuevos modelos de lectura y construcción discursiva que provee el hipertexto; los contenidos multimediáticos en interacción y simbiosis continua; la posibilidad de diseccionar, desintegrar y transformar los documentos digitales; los nuevos modos de visualización de las interficies; la construcción cooperativa de información en el contexto de la Web 2.0; la socialización del conocimiento y el trabajo colaborativo a través de redes sociales; la conexión global e infinita del conocimiento en la Red a través de hiperenlaces ilimitados, o el estallido de la percepción convencional de la dimensión espaciotemporal son solo algunos de los aspectos que nos invitan al cuestionamiento de nuestras prácticas y de nuestras ideas. Las reflexiones e investigaciones que se han volcado en las páginas de este libro se centran en un ámbito muy concreto del complejo campo de la cultura digital: el de las colecciones de textos digitales. Su objetivo es triple: en primer lugar, aportar nuevas contribuciones a los estudios sobre sociedad digital e historia del arte, especialmente en relación con el desarrollo de plataformas digitales diseñadas como sistemas de información con fines investigadores, esto es, para la producción de conocimiento; en segundo lugar, presentar los primeros resultados del proyecto Atenea-TTC, un proyecto de I+D perteneciente al Plan Nacional de Arte y Humanidades que se lleva ejecutando en distintas universidades españolas y en centros extranjeros desde el año 2006 bajo el título Desarrollo de un tesauro terminológico-conceptual (TTC) de los discursos teórico-artísticos españoles de la Edad Moderna y del corpus textual informatizado (Atenea); en tercer lugar, ofrecer un protocolo de buenas prácticas, útil para todos aquellos grupos de investigación que quieran acometer proyectos de naturaleza similar. La sociedad digital plantea nuevas exigencias que hay que tener en cuenta: estándares y metadatos, normalización terminológica, flujos de navegación, estrategias de preservación digital, visualización a través de una interfaz gráfica, necesidades de interoperabilidad... Todo un conjunto de factores que el especialista debe conocer para desarrollar proyectos artísticos digitales con garantías de éxito y perdurabilidad.