En Francia, Alice Guy Blaché comienza su carrera en 1896, Elvira Notari lo hace en Italia en 1905 y en 1909 funda, junto a su marido, el primer estudio cinematográfico. La directora sueca Anna Hofman-Uddgren era propietaria del Stockholm Music Hall y ya proyectaba películas a finales del siglo XIX, y Marioara Voiculescu dirigió varias películas en Rumanía en 1913. Éstos son sólo unos ejemplos. Baste decir que Guy Blaché no sólo fue la primera directora, sino que a ella se debe la primera película narrativa hecha en la historia del cine, fue la primera propietaria de un estudio a título individual y formó a cineastas tan destacados como la americana Lois Weber y los franceses Louis Feuillade o Ferdinand Zecca. El «Diccionario crítico de directoras de cine europeas» surge como una necesidad de rescatar del olvido y hacer visibles a las directoras y sus obras. Abarca a todas las directoras nacidas en Europa y a aquellas otras que, aunque nacidas en otros lugares, han consolidado sus carreras en el continente europeo o entre su país de origen y el de acogida. Se trata de sistematizar de manera crítica la información existente desde los comienzos del cine a finales del siglo XIX hasta 2009.