Sumido en una gran pobreza material, pero con una gran cantidad de sueños, el joven Alí desea llegar a ser un día un rico vendedor de alfombras. De la mano de su tutor Amed aprenderá los secretos del oficio al mismo tiempo que recorrerá un apasionante camino de autoconocimiento cuyas etapas nos enseña la sabia Naturaleza. Así descubrirá el poder de la primavera, la armonía del verano, la apatía del otoño y la desidia del frío invierno dándose cuenta de que cada etapa de la vida tiene su función y sus enseñanzas. A través de un maestro sufí, Alí logrará conocer el significado del dinero y darle un valor más sagrado a la vida que le permitirá caminar por ella con equilibrio y serenidad. En este libro sencillo, ameno y lleno de sabiduría, Juan Carlos Roca nos enseña el significado profundo de los conceptos como éxito, triunfo o riqueza al tiempo que nos conduce de la mano por un camino de autosuperación. Trabajo de Alex Hazas publicado en INTERNET: El vendedor de alfombras: Esta obra trata acerca de un niño llamado Alí de un pueblo de Marruecos, que debido a un manuscrito que le había heredado su abuela (sus padres habían fallecido y solamente le quedaba la abuela), él quiso salir adelante, salir de su pobreza económica y cultural, para convertirse en un exitoso vendedor de alfombras. La obra empieza explicando el sufrimiento y el desgaste que tenía que franquear para sobrevivir Alí a su corta edad. Prácticamente Alí no tenía familiares más que su abuela, que debido a su edad le era muy difícil obtener dinero. Por lo tanto Alí sólo llevaba consigo su instinto de supervivencia y una constante observación, producto de la mentalidad triunfadora que le había inculcado ese manuscrito titulado ""Principios básicos de un triunfador"", heredado por su abuela, pero el problema es que debido al desarrollo cultural que se le había forjado a Alí, él no sabía leer ni escribir. Más tarde, él se instruyó éstas actividades y dejo atrás la mediocridad y el ser inculto, con la ayuda de un vendedor de alfombras, llamado Amed. Alí leyó el primer principio básico ilustrado en el manuscrito que decía que buscar trabajo cuesta trabajo, o dicho en otras palabras, que si quieres tener un buen empleo debes esforzarte por tenerlo y dedicarle lo más que puedas a encontrarlo y desarrollarte profundamente en el para hacerlo correctamente, pero nunca dejando de buscar otro y otro, hasta tener el mejor y superarse diariamente. Alí todos los días se esforzaba para poder triunfar, llevaba siempre en la mente que no quería ser un mediocre e inculto y que el peor esfuerzo era el que no se hace. Amed le iba a enseñar como ser un buen vendedor de alfombras, para ello, le dijo que para poder serlo, lo primero que debía de aprender era comprar para después poder vender, que no había nada grande y bueno que no se pudiera alcanzar y algo muy importante, que la vida es un ciclo, como todo, y que consta de cuatro etapas (primavera, verano, otoño e invierno) y que sólo logrando entenderlas podría llegar a sus objetivos. Le explicó que la etapa de la primavera es cuando se tiene mucha energía, entusiasmo y creatividad, y que era donde él se encontraba en ese momento. Amed invitó a Alí a quedarse a vivir con su esposa y él, donde todos iban a comenzar una nueva vida ""familiar"". Al otro día, Amed debido a la inquietud de Alí, le dió una alfombra para que la fuera a vender y le dio unos consejos, con los cuales Alí pudo hacer su primera venta exitosamente y con el dinero que obtuvo de ella se compró muchas cosas. Amed al ver ésta acción le recomendó a Alí que gastara máximo el 70% ya que sino lo hacía, no iba a poder cumplir sus metas. Y el 30% restante era para invertirlo, ahorrarlo y regalarlo. En otra ocasión, Alí leyó el segundo principio que mencionaba que para triunfar en lo que quieres debes definir tus objetivos, para que cuando tengas que llevarlos a cabo no tengas ningún tipo de inconvenientes. Los objetivos de Alí eran ser un buen vendedor, conocer otras culturas y equilibrar lo material con lo espiritual, para ello, él tenía que buscar a un maestro que le enseñara lo espiritual. Otro día, Amed le explicó a Alí la segunda etapa del ciclo, el verano, que era cuando las personas después de haber dado su mayor esfuerzo, creatividad e ilusiones por ver crecer sus metas, llegaban al punto de descansar, administrar y disfrutar de los frutos cosechados en la etapa de la primavera, viendo como las metas empiezan a decaer, tratando de ahorrar lo que les queda y no fijándose que lo importante en una etapa de crisis no es reducir los gastos sino aumentar los ingresos. En un viaje que hicieron Amed, su esposa Soraya y Alí a la costa de Marruecos, Alí pudo observar a lo lejos lo que Amed le había dicho que era España. Con esta visita, a Alí le nació la expectación de conocer otras tierras y culturas, por lo que se asentó el propósito que a los 18 años iba a hacerlo. Amed le habló acerca de la tercera etapa del ciclo a Alí, que era el otoño, donde todo cae y se torna gris, es la etapa de la culpabilidad ya que debido a la pérdida de creatividad y de lo poco que tienen restante de la etapa primaveral, actúan a la defensiva y buscan a alguien a quien echarle la culpa de su inhabilidad de triunfar. Alí le preguntó a Amed que en el caso de que él cayera en ésta situación que era lo mas recomendable, y Amed le contestó que siempre siguiera soñando y que no se detuviera consolándose por su incapacidad e ineptitud, que soñara y que enfrentara los problemas, ya que solo triunfa aquél que los confronta. Como Alí ya conocía y dominaba perfectamente las ventas en su pueblo, decidió crecer más como vendedor, viajando y vendiendo en otros pueblo, donde en uno de ellos escuchó de una maestro espiritual llamado Josué. Alí encontró al instructor en una ocasión con sus discípulos, y Alí se acercó al grupo para oír las enseñanzas, y una de ellas era que hay que equilibrar lo espiritual con lo material (dinero), para que éste último sirva a la humanidad. Además agregó que para no perder éste equilibrio se debía de establecer un objetivo material y un objetivo espiritual. También mencionó que cuando las personas no tienen un orden en su vida, por ende, ésta hace que regresen hasta que aprendan la lección y sino la aprenden el golpe cada vez será más fuerte hasta que puedan concebir la capacidad de aprender. Otra enseñanza, fue que siempre que se perdamos una oportunidad llegará otra, para que siempre tengamos una salida y una forma de aprender. En su regreso a casa, Amed, le explico a Alí la cuarta etapa, el invierno, la época de la muerte, donde la mayoría deja sus metas y busca excusas y justificaciones para dejar sus objetivos a un lado, indagando soluciones en otras partes, pero lo único que sucede es que sólo están cambiando su lugar de acción, sin evitar los problemas que llevan consigo, en su interior. Pero Amed le explicó a Alí que sólo pocos conocen que la etapa que sigue del invierno es de nuevo la primavera (todo es un ciclo) y que las 4 etapas se repetirán continuamente y siempre todo será plantando mejor ya que cada vez se va teniendo mas experiencia. Alí con los años atravesó por éstas etapas de nacimiento, crecimiento, madurez, decrepitud y muerte para volver a repetir, donde cada día iba obteniendo mayor experiencia y conocimiento, sentía que ya tenía superadas las diferentes etapas y el estar tan cómodo en sus actividades y teniendo un equilibrio material y espiritual, a la vez, le provocó una incomodidad y por eso decidió irse a España, para demostrarse que podía salir adelante donde se lo planteara. Antes de partir a España, Alí decidió despedirse de su tutor espiritual, Josué. Fue al pueblo donde éste se encontraba para agradecerle sus enseñanzas, las cuales, todavía no terminaban, ya que Josué le dijo que para llegar a triunfar debe de anteponer el Ser del Tener, ya que el Ser se lleva consigo y así no tendría que temer. Agregó que no debe sobrevalorar el Tener y vivir simplemente de las apariencias. Al llegar a Tarifa, España, a Alí le costo trabajo acoplarse, debido al idioma y al estar sólo, sin ningún conocido, pero siempre llevando consigo todos los valores y pensamientos inculcados por sus tutores, el manuscrito y la lista de objetivos que se había definido, lo cual lo impulsaba a tener una buena calidad de vida (que implicaba el tener dinero y poderlo disfrutar) y a ser en días lejanos un anciano (sabio con ilusión y progreso, con conocimientos para compartir)y no un viejo (un estorbo). Unos años después, Alí decidió cambiarse de pueblo, tomando en cuenta que las cosas no dependen del lugar sino de la persona. En España vivió de nuevo las cuatro etapas donde se disponía a comenzarlas las veces que fueran. ANOTACIONES. Los mediocres son lo bueno de lo malo y lo peor de lo bueno, son personas que saben que no hay cosa mas grande y bonita que no se pueda alcanzar pero no hacen nada para lograrlo. Hay 2 tipos de vida: la buena y la mala, y el que lleve consigo una mentalidad como la de Alí va a vivir en la primera, porque la grandeza de los sueños está en relación con el autoestima y, éstos se encuentran confinados por la cantidad de esperanza que tengas en ti mismo, ""un sueño es algo que te quita el sueño"" y es por lo que vas a luchar, lo que te va a costar trabajo, siempre desafiándose uno mismo, contrario de lo que hacen los débiles y los inconsistentes, que tratan de evadir los problemas como a ellos mismos. El que persevera alcanza, el éxito no es mas que ""la realización progresiva de un sueño"". para lograrlo se necesita tener valores familiares, éticos y sobre todo personales. ""Que tus hechos hablen tan alto, que las palabras que digas, no se escuchen"". Si quieres hacer algo, ¡házlo!, no hay que esperar, todos tenemos oportunidades, se cierra una puerta y se abre una ventana. Una frase que recuerdo con ahínco, es que una persona no triunfa sólo en lo que hace, sino también el que hace triunfar a los demás. Esto lo pongo ya que considero dentro de éste tipo de personas a Amed y Josué. Alex Hazas