Un lugar, Herbón, en Galicia, un momento, la posguerra, unos protagonistas, niños de 12, 13 y 14 años.Sobre estas coordinadas el autor, hilvana el relato que queda hoy en el recuerdo.Un lugar íntimo y bien querido, ? Herbón, na lembranza? . Nidal de infantiles ilusiones, crisol de tiernas, reales y apócrifas vocaciones, que con los años se forjaron en la renuncia, la plegaria y el sacrificio;un lugar donde llegaban con cautela y nostalgia en el recuerdo de años transidos por la crisis en la tarda posguerra en la que se vivía entre la falsa holganza y las reales e insufribles penurias de la vida.Niños que dejaban atrás familia y amigos y se enfrentaban a un mundo desconocido.Pronto descubrieron valores bien distintos: el rigor y la disciplina, en el estudio, la oración, la renuncia y el sacrificio.Aquí, en Herbón, aprendieron a ser y existir, a no amar ni ser amados, a creer en su propio destino, a renunciar a las pompasy obras del mundo y al placer de lo desconocido.Hoy, después de más de 50 años, ni ellos son ya aquellos colegiales con guardapolvos y cara de niño, ni aquellos lugares eran ya los que habían vividoen aquellos años tristes de posguerra.El lugar yace exánime, inerme, sin profesores ni maestros, ni alumnos,sin el hálito infantil y alegre de aquellos niños.Una cierta tristeza embarga desde la primera a la última página de este, a modo de diario colectivo; una nostalgia infinita recorre sus venas, paso a paso,por el tiempo transcurrido que hoy queda en este ?Herbón, na lembranza??El libro contiene ilustraciones de Raquel Clemente Rubio