Desde finales de la Edad Media la pobreza era un fenómeno extensivo a toda Europa, pero su percepción experimentó un cambio: se fueron acumulando las quejas sobre supuestos mendigos y, junto a la asistencia social, hicieron su aparición, cada vez más, la marginación y la persecución. Este libro ofrece una impresión de los diversos mundos vitales de los pobres entre el final de la Edad Media y la incipiente industrialización: las vías de supervivencia de las clases bajas amenazadas por la pobreza, las necesidades especiales de las mujeres sin recursos, la relación de los necesitados con la asistencia a los pobres, las estrategias de los mendigos vagabundos, de los ladrones y bandidos, la persecución y vida de los gitanos. Ejemplos procedentes de muchos países europeos iluminan los complejos procesos de atribución y apropiación que tenían lugar dentro de la sociedad, y que convertían a un indigente en tal. Pero el enfoque se centra en el individuo pobre que, bajo las estructuras existentes, controlaba su vida y creaba las suyas propias.