La multitud inteligente emerge cuando las tecnologías de la comunicación amplían los talentos humanos de cooperación. Quizás su expresión reciente más popular son las redes sociales, pero internet, la red de redes, debe contarse entre ellas, sin contar que incluso hay programas espaciales que se benefician de la participación de centenares de colaboradores voluntarios. Los impactos de la tecnología que define la multitud inteligente pueden ser al mismo tiempo beneficiosos y destructivos: con su ayuda, ya han caído gobiernos, se han extendido subculturas de jóvenes desde Asia a Escandinavia, han nacido nuevas industrias y las antiguas han lanzado furiosos contraataques. La gente que forma parte de la multitud inteligente coopera de maneras que nunca antes fueron posibles porque llevan aparatos que poseen al mismo tiempo propiedades de comunicación y de computación. Los carteles mediáticos y las agencias gubernamentales tratan de volver a imponer el régimen de la era de la radio, unidireccional, privando a los usuarios de la tecnología del poder de crear y dejándoles sólo el poder de consumir. Esta lucha por el poder está en el trasfondo de las batallas por el file-sharing, la protección contra las copias, la regulación del espectro de la radio. En estas páginas, el autor describe las claves de este novedoso concepto que él ha acunado, pero además permite vislumbrar el efecto de las multitudes inteligentes en el futuro de la sociedad humana: "¿Cómo es la nueva alfabetización de la cooperación? Las tecnologías y las metodologías de la cooperación se encuentran hoy en fase embrionaria, y el surgimiento de nuevas formas sociales democráticas, cordiales e inteligentes dependerá del modo en que la sociedad adopte, transforme y remodele los nuevos medios cuando éstos dejen de estar en manos de los ingenieros, como siempre sucede".