El libro se inicia con un espectacular y metódico atentado de ETA en un monte de los alrededores de Donosti, en 1980. El escenario lo componen una llamada anónima, un coche robado, un caserío con los cristales rotos y una pareja de guardias civiles, uno de ellos veterano y el otro apenas un chaval de 20 años, que abre el maletero del coche robado, sin precauciones. Una llamarada de fuego acaba con sus vidas, y un comando de 5 terroristas comprueban después, sobre el terreno, la calidad de la faena. Gorka es un niño de 8 años, hijo de guardia civil. Vive en el acuartelamiento de San Sebastián, una pequeña comunidad de la guardia civil dentro del casco de la capital. Se escabulle y en el campo de fútbol descubre que se está oficiando una misa por los dos guardias muertos en el atentado. Gorka Arizaga oculta a los otros niños a qué se dedica su padre. Narrado con precisión periodística, Las lágrimas de Gorka se enmarca en la tradición de diversas novelas recientes de la narrativa española con estilo periodístico de investigación.