Es cierto que la recesión económica ha terminado. Los que la desataron, los poderes financieros, los ricos que no pagan, los que tienen los dineros en paraísos fiscales, en suma, la jungla de los listos, han dicho basta. Ya han puesto a la mayoría de la población en su sitio, es decir, plebe a su servicio. Ya tienen mano de obra barata haciendo cola y terrenos, inmuebles y empresas a mitad de precio.
Efectivamente, tienen razón Rajoy, De Guindos, Montoro y demás voceros. La recesión ha terminado. A la jungla de los listos no le interesa depauperarnos más porque le puede resultar peligroso. Ellos ya han conseguido hacerse mucho más ricos y poderosos.
Pero una cosa es que la economía no siga cayendo y otra muy distinta que tengamos a corto plazo un crecimiento que alivie el drama de la mayoría de los españoles.
Después del clamoroso éxito de su libro anterior, Nadie es más que nadie, Miguel Ángel Revilla vuelve para poner sobre la mesa los temas más peliagudos de la realidad española. Con un estilo directo y sin pelos en la lengua, que todos agradecemos, en La jungla de los listos su denuncia de los abusos, desmanes y tropelías cometidos en los últimos años en España por unos cuantos privilegiados hará temblar a muchos.