Sin ningún motivo aparente, el protagonista, Puiu Faranga, único hijo de un ex ministro de rancia estirpe, estrangula a su joven esposa poco antes de acudir a un baile en el palacio real de Bucarest. Para evitar el escándalo y librar a su hijo de la cárcel, el padre mueve sus relaciones a fin de internarlo en un sanatorio mental donde simular un rapto de locura y escapar así a las consecuencias penales de su acción. Pero, el director del sanatorio, viejo amigo de la familia, con el que se contaba para resolver el penoso asunto, está temporalmente en el extranjero. Con el joven doctor Ursu, médico encargado del diagnóstico, la situación se torna muy diferente y el desarrollo y desenlace de la historia traerá más de una sorpresa. Con pocas pinceladas el autor nos sitúa en el ambiente social de la Rumanía de entreguerras. La novela, con un ligero tinte de policíaca, es un análisis retrospectivo del homicidio con una magistral exploración y penetración en lo más profundo del alma humana. Al tratarse de una obra de prospección psicológica, se hace hincapié en los rasgos del personaje principal y el conflicto interior entre lo que querría ser y lo que es en realidad, entre su personalidad y la máscara que caerá al suelo al final de la novela.