La pasión del cuerpo en Médula hace desde el primer verso del dolor la constante inagotable -algo que aparentemente podría ser insoportable por repetitivo no ocurre porque MÉDULA narra desde el primer instante de los más diversos modos los avatares del dolor convertidos en figuras que es una de sus mayores originalidades y lo hace aparecer personaje principal protagónico central del libro. El dolor actúa entonces todo el tiempo inmerso en mil y una aventuras desde el primer verso hasta el último como agonista que es y que se involucra como en los círculos del Dante en un mismo universo poético creado ex profeso para este fin. Médula es también una cohorte de figuras adecuadas en su simplicidad/complejidad para ser un libro que puede recibir humanos-animales informales de un onirismo expresionista desatado algunos de miradas sesgadas (como en las pinturas de Tilsa o del Bosco o esos cuerpos desarticulados/rearticulados como en los cubismos de Braque-Picasso-Gris. Y Munch y Francis Bacon y Magritte y Frida Khalo entre tantos otros como Alfred Jarry repitiendo obseso ""yo revólver revólver revólver) y Apollinaire. Y el libro rota y gira todo el tiempo-rosa náutica a la vez que la tierra el mundo el Lenguaje. El libro gira todo el tiempo -es decir rota- es un rotor es un giróscopo es una veleta o una peonza o es una rosa náutica otra vez y el universo y tanto más que no se puede detener y menos por los hombres. Pablo Guevara (1930-2006)