La historia no es un arma para convencer, criticar o censurar, es una forma de autoconocimiento, un instrumento que facilita la comprensión de la naturaleza humana y de las sociedades, de la andaluza en este caso. Coincidimos con Blas Infante, ¿padre de la patria andaluza¿, en la opinión de que los andaluces estamos obligados a conocer nuestro pasado y a tomar conciencia de nuestra singularidad histórica. Este libro, en consecuencia, es sobre todo una mirada sobre los fenómenos y hechos socioeconómicos que han marcado la evolución histórica de Andalucía y arrojan luz sobre su situación actual en el seno de España. Se trata, pues, de un trabajo modesto en sus dimensiones pero de objetivos muy ambiciosos. Tal vez extrañe al lector la inclusión en cada capítulo de referencias a la cultura de la época, o a las aportaciones de los andaluces a la cultura nacional en cada momento histórico. Ello se debe a que por ciencias sociales entendemos aquellas que tienen como sujeto y objeto los seres humanos y sus creaciones. A fin de no resultar tedioso ni lastrar la lectura, y por tratarse más de un libro de síntesis y vulgarización que de tesis, hemos ahorrado al lector, en la medida de lo posible, descripciones minuciosas, encuestas y cifras farragosas, subjetivismos y alardes líricos. Creemos que lo esencial está contemplado y expuesto.