Un leñador tiene tres hijas. Cada vez que el
leñador va al bosque, marca el camino para que
las niñas puedan encontrarlo.
De esta manera, las tres hermanas cuando le
llevan la comida a su padre, siguen la senda
marcada con piedras, palos o paja. Mientras,
un oso trama un plan para raptarlas y cuando
regresan a casa, las tres caen en la trampa
y siguen una pista equivocada que las lleva
directas a su cueva.
Clásico de la tradición rusa que nos muestra que
los errores tienen solución, sólo es necesario
imaginación y astucia para superarlos.