La inquietante caza de un hombre perseguido por sí mismo.
«Estoy en la habitación y no estoy solo. Frente a mí, tumbada boca abajo, está la vieja que maté esta mañana. El problema está en que han designado para el caso al inspector Brandão y, por si no lo sabéis, Brandão soy yo, Porto Brandão, encantado de conoceros¿»
Despistar a sus perseguidores y escamotear las pruebas es un juego de niños para Brandao, hasta que descubre que alguien más le está acechando, un segundo asesino que tiene la irritante costumbre de dejar su propia marca en el lugar del crimen¿
La primera novela de José Prata es un juego mortífero que combina intriga, suspense, buena escritura y mucha inteligencia, todo ello aderezado con un afilado sentido del humor. Una carrera contrarreloj en la que parece haber demasiados culpables, llena de trampas y secretos que se esconden en los rincones del pasado.