¿Quién no recuerda como algo muy especial las noches pasadas durante la infancia en casa de un amigo? Simón está muy ilusionado: por primera vez dormirá en casa de Oliver, su mejor amigo. Y podrá jugar con sus gatos Bart y Lisa, ver los peces de colores y compartir habitación con su amigo y con Daniel, el hermano mayor al que tanto admira. Pero, cuando cae la noche, el encanto desaparece y todo en la casa de Oliver se le hace extraño: los hermanos también se pelean, el padre de Oliver tiene un humor peculiar e incomprensible y la comida no es como la de su casa. Simón añora a mamá y a papá, y quiere irse a casa. Pero entonces ocurre algo... En los anteriores volúmenes, Simón vivió distintas situaciones: pasar un sábado con su padre (Sábado. ¿Qué vamos a hacer hoy?), aceptar que su madre tiene derecho a divertirse (Mamá sale esta noche), vivir la Navidad (¡Ya llega Navidad!), celebrar su cumpleaños en casa con los amigos del colegio (Cumpleaños feliz) y disfrutar de los días de vacaciones cuando sus padres todavía trabajan (Días sin cole). En Hoy duermo en casa de mi amigo, Simón disfruta de su primera noche en una casa que no es la suya.