El mérito y la trascendencia de los logros ajedrecísticos de Pomar han creado una necesidad, una exigencia de dar a conocer el testimonio y los datos que deben conocerse del héroe español de las 64 casillas.
En la historia del ajedrez, jamás hubo en España un caso como el de Arturo Pomar. La repercusión que tuvo en los medios de comunicación fue sólo comparable con la la de otros ídolos de masas del deporte español, como Indurain en ciclismo, Santana en tenis o actualmente Fernando Alonso en Fórmula Uno.
Arturo Pomar hizo mucho más por la difusión del ajedrez español que todos los promotores de torneos, las federaciones y los ajedrecistas de la época juntos. Ninguno de ellos a pesar de sus loables esfuerzos, había logrado que el ajedrez español traspasara fronteras y se hablara de él en todo el mundo.
Como un reguero de pólvora llegó la noticia de que un niño de 11 años iba a disputar el Campeonato Individual de España de ajedrez que debía celebrarse en Madrid. Éste fue el principio de la inmensa repercusión mediática del ajedrez en España que tuvo como protagonista al niño Arturito Pomar. Acontecía en el año 1942.