Primavera de 1933. Ángela Salazar, una joven madrileña recién licenciada en Letras, acepta el encargo de organizar y abrir al público una pequeña biblioteca en Granada. Pero el entusiasmo de Ángela, que refleja el de tantos jóvenes en la asombrosa efervescencia cultural del momento, choca con la apatía y la incomprensión de una ciudad de provincias poco emprendedora y recelosa de las transformaciones sociales que empiezan a llevarse a cabo en España. El año de la primera Feria del Libro de Madrid, los primeros cursos de verano en Santander y las primeras elecciones en las que las mujeres tienen derecho a voto, es también un año de crecientes extremismos ideológicos que, sin decidida voluntad de concordia, motivan un deterioro alarmante del civismo y la vida pública, con altercados violentos en las calles y graves crisis de gobierno. Atrapada por unas circunstancias cada vez más contradictorias, Ángela entra en contacto con un grupo de jóvenes entusiastas que también colaborarán en la apertura del archivo y biblioteca Torremediada, símbolo para ellos de los ideales de una sociedad que aspira a ser, de una vez por todas, moderna y democrática. Sin embargo, los conflictos personales de sus nuevas amistades y la progresiva crispación social confluirán en inesperados sucesos que trastornarán definitivamente la vida de Ángela.