Vivimos en la era de la egiptomanía, la era de las pirámides, tumbas y momias. Occidente se halla inmerso en un fenómeno popular de atracción comercial en torno a la cultura egipcia; y, sin embargo, sabemos muy poco del pensamiento egipcio por sí mismo. En Egiptosophia, se nos presenta por primera vez la posibilidad de aproximarnos al corazón de la cultura egipcia que tanto fascinó a los viajeros y filósofos griegos. La obra se divide en dos grandes apartados: una primera parte afronta la reconstrucción suscinta de la cosmología egipcia y su antropología centrada en el mito de Osiris. El objetivo consiste en definir, en la medida de lo posible, la naturaleza de la sophia egipcia a partir de tres conceptos: iniciación, misterio e iluminación. Aquí aparece un hallazgo: el modelo translógico de pensamiento. La segunda parte tiene que ver con una lúcida reinterpretación del conocido tránsito del Mito al Logos, relacionando la sophia egipcia con los presocráticos griegos, en especial por lo que respecta a Tales de Mileto. La tesis central consiste en mostrar que la relevancia del pensamiento egipcio sobre Grecia es mucho mayor de lo que normalmente se supone. Del ensayo se desprende la necesidad de revisar la concepción del mito y de hacer justicia a las aportaciones de la cultura