A medida que entramos irreversiblemente en la tercera fase de los regímenes cognitivos, en la que aún convivimos con los universos de la escritura y de la imprenta y al mismo tiempo nos distanciamos de ellos, un coro de tecnófobos presagia el inevitable colapso de la alfabetización libresca. Para estos ?profetas?, el advenimiento de la civilización de la pantalla (televisión + computadoras) pone en entredicho los logros de la cultura letrada. Este diagnóstico ignora por completo la violencia implícita que toda tecnología del conocimiento lleva consigo en los planos cognitivo y socioeconómico. Por lo tanto, responsabilizar a los medios audiovisuales y en especial a la televisión del caos y la violencia individual y colectiva que se extiende por el mundo es una acusación injusta y errónea. Además, en opinión de Alejandro Piscitelli, proclamar el poder apolíneo de la escritura y de la lectura en contra de la dimensión dionisíaca de la imagen y de los medios audiovisuales es un ejercicio de infantilismo epistemológico. Con el objetivo de poner las cosas en pie de igualdad, Piscitelli invita a repensar de manera radical la noción de violencia, extendiéndola a toda la innovación cognitiva en lugar de limitarla al ámbito de lo audiovisual. Pues la violencia está presente tanto en la imagen como en la escritura, la música o en Internet, y no pasa exclusivamente por la división entre inforricos e infopobres. En esta obra, Alejandro Piscitelli, además de analizar exhaustivamente la dialéctica entre texto e imagen, investiga esta problemática también en otra dialéctica. Concretamente, la que articula lo digital con lo analógico en el pasaje de la escritura sobre papel a la escritura en pantalla. El autor señala las consecuencias que esta mediamorfosis implica para la enseñanza y el aprendizaje a la vista del choque de paradigmas cognitivos provocado sobre todo por el advenimiento de Internet como nuevo horizonte de discusión epistemológica en torno a los neoalfabetismos que integrarán el conocimiento y la acción en el siglo XXI.