¿ALGUIEN TIENE UN LANZALLAMAS? Con este libro hemos intentado mostrar todo lo que es susceptible de agobiarnos cuando deberíamos estar soltando amarras. Todo lo que nos hace gritar como personas normales. Todo lo que nos da ganas de quemar los kamasutras, los psicólogos, los sex-shops, las revistas, nuestros mejores amigos... Después de todo esto podría parecer que somos grandes misántropos, pero no es así. Luchamos por una sexualidad tierna y divertida que, a priori, es la sexualidad que comparte la mayor parte del mundo. Vale que, a veces, no estemos a la altura de las circunstancias, que cometamos errores, que se nos arrugue y que tengamos gatillazos. Vale que las relaciones sexuales no salen bien a la primera, y a veces ni a la milésima. Pero eso es lo normal, es la vida. Y conseguiremos más placer si nos fijamos unos objetivos algo menos irreales y nos lo creemos algo menos (sí, esto también vale para el tamaño del pene). Pero, bueno, vosotros mismos. Después de todo, ni siquiera el placer es algo obligatorio. Este libro, tremendamente subversivo, es una denuncia de los modelos de conducta que nos impiden hacer tranquilamente el amor como nos dé la gana, reafirmando nuestras preferencias sexuales y nuestra identidad individual.