Eduardo de Almeida es un nuevo libro de la colección ""Materiales de Arquitectura. Documentos"", con la que quiero rendir un homenaje personal a unos amigos que son, además, excelentes arquitectos. Dicho homenaje se centra en el ámbito de lo visual, a partir de la dimensión critica de la mirada: se trata, en definitiva, de proponer una visita conjunta a las obras del autor que me han parecido de mayor interés, entre las que he podido visitar. Con este modo de proceder sigo fiel a mi ya antigua reivindicación de la mirada como instancia constructiva y a la visualidad como dimensión esencial de lo arquitectónico. Me aproximó a Eduardo mi interés por conocer al autor de un muro de ladrillo cuya relación plástica y constructiva-visual, en definitiva- con el hormigón que lo remataba en su parte superior revelaba, tras una aparente naturalidad, el trabajo de un arquitecto preciso y sensible. Su personalidad y el resto de su arquitectura no defraudaron mis expectativas iniciales.