Belén mantiene una relación intermitente con César, psicoanalista y quince años mayor que ella. Ambos creen tener un vínculo que viene de otras vidas, y están obsesionados con la idea de que habrán de tener una hija a la que llamarán Clara por una serie de extrañas casualidades. César está casado con Marina, madre de una chica a la que César solía tratar, en un matrimonio forjado por conveniencia. Belén cree en la existencia de una estrecha relación entre su destino y el de sus antepasadas, que lo que le ocurre con César no es sino el eslabón de una cadena de amores truncados e hijos ilegítimos. Junto a su tío Cristóbal, archivero, descubrirán un patrón recurrente, una historia que se repite de manera enigmática en cada generación. Cristina Pérez Valverde brinda al lector una novela marcadamente original, que rezuma talento y sensibilidad para aprehender el vértigo de los sentimientos, la emoción del instante fugaz que se retiene en la memoria para siempre.