La historia de la espiritualidad coincide con la historia misma delser humano. En el fondo, es la dimensión más real y efectiva de lahistoria humana, puesto que el verdadero quehacer humano no es tantohacer guerras, naciones o culturas cuanto hacerse a sí mismo y llevara cabo su «salvación». El ser humano es un ser a medio hacer, y laespiritualidad señala los caminos y los medios para hacerse real. Lased de «más allá» ha sido, en última instancia, la mayor fuerza que ha impelido en todo momento a la humanidad a caminar por este mundo, nosolo para escalar el cielo, sino para alcanzarlo precisamente allídonde el cielo y la tierra parecen juntarse en el horizonte histórico, siempre futuro, siempre lejano y, al mismo tiempo, presente y alalcance de la vista. La flor que el místico ve es toda la realidad enla flor. La flor que el intelectual conoce es parte de la realidad dela flor. Reducir la realidad a pura racionalidad es un postulado de la mente, pero no de la realidad (R. Pannikar).