El método utilizado por un psicoanalista argentino para que ZZ deje de fumar ha hecho de este un vampiro vaginal, que ha encontrado en el sexo y las comilonas el consuelo a sus muchas frustraciones. Pero su fracaso sentimental con la voluptuosa Ava ha sido la gota que ha colmado el vaso de su baja autoestima, y de nada le vale ser un hombre inmensamente rico. ZZ siente que ha envejecido diez años en una sola noche, y su amigo, el doctor Ponsoda, intentará "salvarle la vida" con un tratamiento que conlleva la total prohibición de los placeres de la mesa, de la bebida y del sexo. El atribulado empresario piensa que no vale la pena vivir bajo esas insoportables condiciones; así que decide suicidarse, pero no de cualquier manera. Este es un relato desvergonzado, un tanto obsceno y totalmente irrespetuoso, no apto para gente formal y circunspecta. Aunque su sentido del humor cáustico y provocador, aparentemente frívolo, esconde una profunda reflexión sobre la existencia, la sociedad e, incluso, la suerte que le espera a este insignificante y ridículo planeta donde los seres humanos se creen importantes. Podríamos decir que esta novela corta es una venganza literaria de su autor, Miguel Ángel Pérez Oca.