El seguro de responsabilidad de administradores y altos ejecutivos de sociedades mercantiles está experimentando una fuerte expansión en todo el mundo. Sus coberturas, generalmente estructuradas en torno a tres grandes riesgos, y sus exclusiones y ampliaciones, disponibles a cambio de incrementos en la prima, configuran buena parte de su contenido desde un punto de vista asegurador. Desde una perspectiva societaria, estas pólizas contribuyen a equilibrar dos aspectos centrales del gobierno corporativo: la necesidad de contar con consejeros y ejecutivos de prestigio y con una razonable disposición al riesgo, y el régimen de responsabilidad civil, administrativa y penal de administradores y altos ejecutivos. Los escándalos societarios y financieros a ambos lados del atlántico (Enron, Parmalat, Banesto, etc.), y las reacciones de los legisladores para paliarlos inciden en un renovado endurecimiento del régimen de responsabilidad, aun a riesgo de que los gestores diligentes y leales se vean sometidos a demandas que, como mínimo, les obligan a preparar costosas estrategias defensivas. El actual proceso de globalización, y su influencia sobre los seguros privados y sobre el gobierno corporativo confiere mayor utilidad al modelo aquí presentado.