De vuelta de un largo viaje, Juana está sola y sabe que no es bueno que el hombre y la mujer estén solos. Intenta vanamente restablecer lazos perdidos con su gente y se lanza al ruedo, pero la galería de personajes que le toca conocer la animan a hacer público su desafío: mediante un anuncio clasificado convoca a un hombre que pueda competir con un perro ideal por el amor de una mujer. Esta es la historia de esa y otras búsquedas: la de Cris, el hermano adorado, que apuesta su vida entera a favor de los sentimientos; la de Max, enigmático personaje que brega por un orden social más justo; la de Horacio, un fotoperiodista huidizo que, por accidente, se topa con algo que puede obligarle a recuperar un pasado demoledor, pero que también puede convertirse en una pesadilla que arrastre a los cuatro amigos hacia un destino incierto. El título provocador e irreverente de esta novela puede inducir a pensar que estamos ante un libro de humor, ligero y liviano. Error. Porque, de hecho, estamos a punto de entrar en el mundo atormentado de una joven con sus afectos en carne viva, que trata de sobrevivir aferrada a una indagación desesperadamente humorística. Pero la vida real pocas veces respeta el humor. Y, frente a la elaborada estrategia de Juana para enfrentarse a un mundo que no termina de sentir propio, la vida real va jugando con sus propia fichas a un juego que se hace cada vez más duro y cruel.