Este libro atiende a uno de los géneros más ricos, complejos e interesantes de la literatura de los Siglos de Oro: el cuento popular y el cuento popularizante, el relato breve transmitido esencialmente por la voz del pueblo y el relato elaborado o reelaborado por ingenios letrados para uso y consumo del pueblo. Apenas hubo título grande ni pequeño de los siglos XVI y XVII ajeno al mundo del cuento popular. Aparte de las grandes colecciones de cuentos independientes (como las de Joan Timoneda o Melchor de Santa Cruz), obras como La Celestina , la novela picaresca, la pastoril y los libros de caballerías, las misceláneas, diálogos, epistolarios, crónicas, repertorios léxicos, el Quijote , el teatro áureo al completo, la literatura mística, de ejemplos devotos y de cordel, y hasta la poesía lírica y narrativa, están llenos de cuentos interpolados, mencionados, aludidos, reelaborados, a veces hábilmente disfrazados, otras relativamente explícitos.
Este libro intenta poner orden y clasificar todo ese magma dinámico y multiforme desde la perspectiva de la teoría literaria (discriminando géneros y subgéneros, definiendo recursos, profundizando en el estilo) y de la literatura comparada (situando la tradición cuentística española dentro del marco europeo de la época, y analizando en especial las fértiles relaciones con la tradición italiana encarnada sobre todo en Boccaccio y en Poggio, y con la flamenco-alemana representada esencialmente por Erasmo).