El nuevo milenio ha dado la bienvenida a la ancestral figura de la accesión con cambios muy interesantes. Cambios que, de momento, sólo han operado a nivel autonómico, pero tan sugestivos como lo demuestra el hecho de que los requisitos que estuvieron vigentes durante más de cincuenta años, se vieron fuertemente alterados con la primera regulación legal de la comúnmente conocida como accesión invertida o construcción extralimitada en nuestro país: la Ley catalana 25/2001 de 31 de diciembre, ""De la accesión y la ocupación"". A su vez, la ley fue derogada con la entrada en vigor del Libro V del actual Código civil catalán que, redactado con la enorme virtud de la simplificación, también introduce importantes novedades sobre la materia. Novedades que van desde la propia expresión construcción en suelo ajeno con valor superior de la construcción que viene a sustituir a la anterior construcción extralimitada y a la jurisprudencial accesión invertida hasta, llamémosle, diferente utilidad de la presunción de buena fe ya que, si bien históricamente y según STS y STJC, la presunción de buena fe iba dirigida a facilitar la indemnización del constructor, ahora, con el CCC, cuando lo construido tiene mayor valor que el suelo, tal presunción sirve para facilitar la transmisión forzosa del terreno invadido. Milenaria accesión romana, accesión codificada en 1889, construcción jurisprudencial de la accesión invertida desde mediados del pasado s. XX, construcción extralimitada legislada en Cataluña y, nuevamente, aunque sólo a nivel autonómico, accesión codificada pese a que la jurisprudencial accesión invertida o construcción extralimitada, es denominada esta vez por el contemporáneo legislador catalán, construcción en suelo ajeno con valor superior de la construcción... Podrán dudarse muchas cosas, pero no el hecho de que la accesión, en todas sus variantes, a nivel jurídico es una figura sumamente rica. Comparar los distintos principios en los que se ha ido sustentando a lo largo de los años con las novedades que parece haber introducido el nuevo milenio y su repercusión en la configuración del principio de buena fe en materia de edificación, es la esencia de este libro.