Buena parte de teóricos de la pedagogía sostienen que nuestro sistema educativo necesita un "nuevo modelo de profesor", que sea innovador, creativo, colaborador, y en torno a esta cuestión ha surgido el debate sobre el concepto de profesionalidad educativa. En términos generales, se tiende a abordar los aspectos jurídicos de la profesión educativa, o, de otro lado, se suele resaltar las características técnicas de esta actividad. Sin embargo, es difícil encontrar estudios que consideren las cuestiones últimas de sentido de dicha actividad: los fines de la profesión educativa, los "bienes internos" de la actividad del profesor. Esta cuestión de la profesionalidad, ligado a la identidad del educador, es la que se aborda en este libro, presentando las líneas básicas del nuevo modelo profesional y sus problemas de fondo, poniendo de relieve el peligro que supone la reducción de la profesión educativa a cuestiones puramente técnicas. El libro se aparta de este planteamiento y afirma que el discurso educativo debe ir más allá de la Sociología. El autor aborda un problema que es escasamente tratado en este campo: los valores básicos del profesional de la educación, elementos claves ineludibles de la identidad del profesor.