El jardín de Madrid de mayor significación literaria está en la calle Príncipe de Vergara, cerrado, y casi oculto, por una tapia de ladrillo y hierro. Solo las copas de algunas acacias y castaños revelan exteriormente su existencia. Este jardín estuvo al fondo de la vida de Juan Ramón Jiménez y es el paisaje que asoma en las páginas de varios de sus libros. En su primera juventud, Juan Ramón vivió a un lado del jardín; fueron los años en que se instaló en el Sanatorio del Rosario ?del Retraído lo llamó el poeta, refiriéndose a sí mismo?. En su madurez vivió al otro lado del jardín, en la calle Padilla, en una casa con azotea en la que compuso una gran parte de su obra poética. En este libro se exponen esas dos etapas de la vida de Juan Ramón Jiménez. Al fondo de las dos, tras las ventanas del poeta, se alza la frondosa vegetación del jardín, y el jardín aparece en las conversaciones, las reflexiones y los versos.