Superar cualquier enfermedad es un camino difícil, a veces con muchos obstáculos que sortear.
Superar el cáncer es un desafío lleno de altibajos en el estado de ánimo que a veces nos hace pensar en tirar la toalla. Pero no debemos rendirnos ante él. Debemos luchar, ser optimistas y pensar que podemos salir adelante, que estamos rodeados de personas que nos quieren y a las que queremos y por eso no deseamos hacerlas sufrir.
Aunque a veces las circunstancias sean duras de sobrellevar por las consecuencias de la quimio y la radioterapia, debemos tener presente que todo tiene su lado positivo y que existe siempre luz entre las nubes que nos cubren y, de un modo u otro, es posible salir adelante.
Hay gente con mucha fuerza que nos apoya y nos muestra su amistad y hay profesionales que nos ayudan. Tenemos que tratar de ver el lado positivo de todo lo que nos rodea y agarrarnos a este mundo con fuerza y ganas; es necesario aprovechar al máximo el momento en el que vivimos porque nunca hay que perder la esperanza de que, algún día, puedan encontrar por fin la cura de esta terrible y, desgraciadamente, frecuente enfermedad.