El banco de sangre es una unidad funcional autónoma, que se encarga de la captación u obtención, procesamiento, almacenamiento y distribución o dispensación de la sangre humana y sus productos derivados, con el fin de cubrir las necesidades de terapias transfusionales. En el laboratorio del banco de sangre se incluye una gran variedad de disciplinas analíticas, principalmente la inmunohematología, y también están relacionados con la serología, la microbiología, la bioquímica, la coagulación, la genética, etc. Se llevan a cabo tareas encaminadas a la captación y la sección de donantes, análisis de los productos sanguíneos y actividades relacionadas con la terapia transfusional. En los últimos años el volumen de actividades que se desarrollan en el banco de sangre ha experimentado un gran aumento debido, fundamentalmente, al incremento del número de intervenciones quirúrgicas, a la evolución de las técnicas de cirugía y terapéuticas que requieren cada vez más la utilización de productos que deber ser controlados para su histocompatibilidad, y al gran desarrollo de la tecnología utilizada en las técnicas relacionadas con la inmunohematología.