Hace poco más de dos siglos que Estados Unidos convirtió en realidad política la teoría de la división de poderes. La sustitución del absolutismo por el constitucionalismo parlamentario marca el inicio y el empeño de la Edad Contemporánea. Doscientos años, realmente, no son muchos para una era histórica; sin embargo, son tantos y tan variados los acontecimientos que en ella suceden, que hacen de Historia universal contemporánea una de las disciplinas académicas de más difícil comprensión.Se entiende así que, en no pocas ocasiones, dicha dificultad mantuviese a los historiadores cercados por los límites del análisis, sin atreverse a penetrar en el territorio de la síntesis, que da sentido a cada uno de esos estudios pormenorizados y cercanos. Pues bien, este manual universitario contiene las líneas maestras por las que ha discurrido la historia reciente, gracias a las cuales encuentran sentido muchos hechos, que sin esos puntos de referencia se nos presentarán como absurdos.