Pocos son los que conocen la existencia de la Isla del Aire. Aquel que la visita no vuelve a ser jamás quien fue. Eso bien lo sabe Mencía y las seis mujeres que la acompañarán en las diferentes etapas de este viaje. Hay quien dice que cuando la vieja Mencía se enfunda su visón raído y pone el pie en la pequeña lancha que la llevará a la isla, en Menorca llueve ceniza y el mar quema. Otros abren puertas y ventanas y se sientan en los terrados para verla navegar hacia el faro en compañía de sus hijas y sus nietas. Tanta vida es la historia del amor resumido en dos palabras.