El periodo que transcurre entre la Restauración monárquica y la proclamación de la República había supuesto la constatación de la imposiblidad de progreso de una sociedad dividida en dos mitades; la formada por los propietarios y la de los jornaleros. Ambas bien diferenciadas en cuanto a privilegios y posibilidades económicas. Lo mismo que en resto de España, sucedía en la localidad almeriense de Gádor, donde el pueblo sufría todo tipo de privaciones y sólo unos pocos hombre buenos se atrevieron a romper el tradicional conformismo almeriense y, participando en política, intentaron cambiar la sociedad. El efecto inmediato conseguido fue el hacer renacer la esperanza en las clases más sencillas de la población de Gádor. Después de la sublevación militar contra el gobierno legítimo republicano y posterior pérdida de la guerra entre hermanos, algunos de ellos iban a pagar con su vida el haber actuado en defensa de los desfavorecidos. Otros purgarían sus acciones en las diferentes prisiones de la geografía española por defender sus ideales políticos e intentar erradicar el hambre de sus convecinos. La fractura provocada por la Guerra Civil en Gádor fue muy dura, y todavía quedan pavesas y rescoldos que hay que intentar superar en el seno de una sociedad democrática como es la nuestra, para lo cual hay que conocer la historia y los hechos acaecidos en aquella coyuntura. Creemos que esta publicación puede y debe facilitar la cicatrización de las heridas.