Siguiendo una sugerencia de G. Vattimo y S. Zabala, el autor de esta obra ofrece una selección de trabajos propios sobre la filosofía de M. Heidegger, en la que se distinguen tres etapas: la primera vertida al hombre, la segunda revertida al ser y, mediando ambas, una etapa transversal que articula en el lenguaje el ser y el hombre, ya que el ser es apalabrado por el hombre en el lenguaje.
En el decurso de la obra destaca el episodio nacionalsocialista de Heidegger, así como su romanticismo y su religiosidad. Pero al fondo de todo está la cuestión del ser, interpretado como el símbolo radical del sentido de la existencia. El ser se concibe como ¿trascendencia inmanente¿, a la vez sublime y abismático, donación y refugio, oferencia.
El autor estudia el ser heideggeriano como un concepto mitológico, cuyo sentido dice acontecer existencial y acontecimiento esencial (Er-eignis).