La intervención de la Otan en Yugoslavia como consecuencia de la crisis en Kosovo es el penúltimo episodio del conflicto de los Balcanes. La actuación de la Alianza Atlántica sustentada en pretendidas razones humanitarias plantea numerosos interrogantes: en cuanto a la legalidad de la decisión de atacar a la República Federativa de Yugoslavia, pero también en relación con los procedimientos elegidos para llevar acabo dicha decisión.