Los cambios economicos-sociales que operaron en nuestro pais luego de la crisis politica de diciembre de 2001 han impactado fuertemente en la gestion que las organizaciones deben llevar a cabo en materia de administracion de personal y liquidacion de sueldos. El aumento del producto bruto interno, el crecimiento de la actividad industrial, la sustitucion de importaciones, el lento pero sostenido descenso de los indices de desempleo (aun muy elevados hoy), la escasez de mano de obra calificada (en todos los niveles), el aumento de la conflictividad laboral (tanto individual como colectiva), la reaparicion de paritarias en practicamente todas las actividades, entre otros factores, han sido las causales de un nuevo modelo de gestion de administracion de personal. El Estado ejerce un gran control en material laboral, abocado a erradicar la clandestinidad laboral y la evasion impositiva. Este rol estatal exige del lado empresario, apego a la ley, orden y una profesionalizacion de este aspecto de la gestion, atendiendo a inspectores de la Administracion Federal de Ingresos Publicos, del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y a las autoridades provinciales, como asi tambien, sindicatos, peritos, etcetera que demandan muchas mas horas de atencion a las que estabamos acostumbrados a dispensar. En el ambito de la empresa reaparecen los delegados de fabrica mucho mas activos, intentando que lo que no se resuelva de manera "domestica" en la empresa, sea discutido en el ambito del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, y si alli no hay acuerdo habra "luz verde" para la aplicacion de medidas de accion directa. La negociacion, el dialogo, el respeto, la tolerancia, el tratar deponerse en el lugar del otro, la mesura y la templanza seran alguna de las cualidades que se exigen al hombre de personal en este aspecto. Entre sindicatos y camaras la discusion salarial estara mas presente que nunca en lo ultimos quince anos, pero aun lamentablemente a los sindica