Nuestra vida está marcada por los libros y los autores que nosacompañaron. Peter Orner vuelve a enamorarnos de la ficción y de laliteratura.Peter Orner lee a Isaac Babel en un vuelo pesadillesco ycon turbulencias extremas, a Chéjov en un DunkinÆ Donuts durante lapandemia, a Héctor Viel Temperley en el hospital en donde su padreagoniza. ,El autor de ,¿Hay alguien ahí  ,escribe sobreescritores consagrados como si fueran viejos amigos pero tambiénpresenta a otros que han quedado en el olvido, como algunos ôbenditospoetas que nunca llegaron a ser brillantesö. En estas páginas apareceFord Madox Ford mientras edita a una jovencísima Jean Rhys, VirginiaWoolf en su último y silencioso día de vida, Céline escribiendo en lacocina de un burdel en Detroit y Primo Levi enamorado recorriendo lascalles de Milán en bicicleta. ,Leer ,Sigo sin saber deti ,se parece a conversar con un amigo, erudito y divertido, sobre el trabajo, los hijos, los duelos y, principalmente, sobre cómo loslibros impactan en las vidas de las personas que los leen. Con unaprosa cercana y sin solemnidad, Orner vuelve a reivindicar el amor por la literatura y la lectura como una parte fundamental de lavida. ,