Reinaldo es el bibliotecario de una ciudad aislada junto a un río caudaloso en la que nadie excepto él sabe leer. Las hojas de los libros sirven únicamente para avivar el fuego de las hogueras que cercan la ciudad y la protegen de los mosquitos, transmisores de una extraña enfermedad.Aquellos que enferman son expulsados de la ciudad. Un comité científico certifica su contagio y, ante el silencio de los ciudadanos, la policía los obliga a cruzar las hogueras y remar hasta la otra orilla del río para no volver.En la ciudad no se habla del pasado. La escritura se prohibió hace mucho tiempo y todos los saberes se fueron perdiendo. Sus habitantes viven dócilmente sometidos a la voluntad de las autoridades: el médico, la gobernadora, el jefe de policía. Nadie se rebela ni trata de escapar. Reinaldo empieza a cuestionar las costumbres de la ciudad y el conformismo de sus ciudadanos cuando se acerca el momento en que su hija, a punto de cumplir los trece años, tiene que superar la ceremonia de la adultez: deberá pasar una noche entera en un recinto cerrado rodeada de enormes arañamonas. Solo entonces empezará a pensar que es posible traspasar los límites.