Hogar de Anna y Max. Barrio residencial de las afueras de una gran ciudad. Tras pasar una estupenda tarde de verano nadando en el río, comiendo queso y bebiendo vino, Max y Anna, una pareja en la mitad de la treintena que disfruta de todas las bendiciones de la vida, deciden que Ismaël, su amigo íntimo, su cómplice vital, pase la noche en casa. Todos han bebido demasiado, mejor no conducir. A la mañana siguiente los tres descubren que Lea, la hija de tres años de la pareja, ha sido agredida durante la noche. Este es el punto de partida de ¡Animal! Este desencadenante hará que estos tres burgueses dejen caer su careta de intelectuales moderados, para convertirse en tres auténticas bestias que no titubearán un instante a la hora de señalar al de al lado como culpable si, de ese modo, ven la posibilidad de salvar su propio pellejo. Una reflexión acerca de la impunidad con la que juzgamos vorazmente al prójimo, la fragilidad de los vínculos, la familia y la pose social.