El autor aborda en este libro las causas de la Operación Barbarroja y el origen de la concepción de la guerra de Rusia como una guerra de exterminio. Reconstruye las peculiares circunstancias del frente oriental, decisivas a la hora de provocar una brutalización sin precedentes de la guerra y alimentar una escalada de terror y represalias tanto en los escenarios de combate como en la retaguardia. Eso también tuvo un reflejo en las actitudes de los ocupantes hacia la población civil, el impulso definitivo a la «solución final» que llevó al exterminio de los judíos, en la explotación económica del territorio y de la población civil como mano de obra forzada, y en el desarrollo de una guerra de guerrillas en retaguardia no menos atroz que en el frente. Las batallas decisivas libradas entre 1942 y 1943 son así entendidas dentro de un contexto más amplio, que incluye ante todo la reconstrucción de la experiencia de los combatientes de a pie, tanto ocupantes como soviéticos, los sufrimientos de la población civil y las percepciones de qué es lo que estaba en juego en una guerra apocalíptica.