La contemplación de los sucesivos conflictos políticos que se encadenan a lo largo de la evolución de la Castilla bajomedieval nos ofrece una excelente oportunidad para valorar lo que fue su representación o su escenificación. Con ello se ha tratado de establecer una relación más estrecha entre las transformaciones culturales y la dinámica conflictiva. Así, podemos interpretar esa dinámica desde las claves de una cierta cultura política, en la que los principales actores asumen todo un conjunto de usos y procedimientos de aplicación directa de la práctica política, que se vería afectada por un variado conjunto de tradiciones culturales y de innovaciones intelectuales. Como se ha planteado, el estudio de estas expresiones de la cultura política, atenderá prioritariamente a la consideración de varios niveles de análisis. El de los usos retóricos aplicados al conflicto, valorando sus particulares lógicas argumentativas. El de la inserción de las iniciativas de conflicto en el marco de ciertos modelos de ejercicio del poder, bien sea este el poder regio, el nobiliario, el eclesiástico o el concejil. El de las acciones dirigidas a representar la confrontación y la ruptura, valorando los sentidos contradictorios que frecuentemente se incorporan. Y, finalmente, el de las prácticas de consenso, que, a pesar de la reiteración de las situaciones de conflicto, serán capaces de ofrecer vías de acuerdo. De esta manera, el conjunto de trabajos que ponemos en manos del lector es un análisis historiográficamente más complejo de algunos de los aspectos característicos de las relaciones de conflicto de la Castilla bajomedieval.