Los españoles sentimos que la corrupción nos rodea, que la política y la administración (como la economía y la propia sociedad) están corrompidas hasta la médula; pero vivimos desconcertados sin lograr asumir lo que está pasando. No se entiende que esto suceda en una democracia con Parlamento vigilante, prensa libre y jueces independientes. Es hora de que el ciudadano empiece a percatarse de que, si bien es verdad que un régimen democrático cuenta con mecanismos de auto defensa, también es portador de elementos corrumpentes ?empezando por los partidos y los sindicatos? que se mueven con soltura en una sociedad tolerante con las prácticas más perversas. El oficio público se ha vuelto sospechoso y el Estado aparece como un instrumento de depredación en provecho de una casta.En el libro no se pretende relatar una vez más los casos que cada día ruedan en los periódicos y juzgados sino desentrañar los hilos que mueven este gigantesco y cotidiano negocio de desviar los poderes públicos en beneficio privado ¿Quiénes están abusando de la democracia? ¿Quiénes son sus cómplices y encubridores? ¿Cómo se las arreglan para que no funcionen los mecanismos de prevención y represión? ¿Cómo operan? ¿A qué manos van a parar los dineros extorsionados?